Si ya leíste nuestro primer artículo sobre los viveros de supervivencia, seguro que tienes curiosidad por conocer más al respecto. Si todavía no lo has leído, te lo recomendamos antes de continuar la lectura de este.
Como sabemos, uno de los temas más recurrentes alrededor del uso de las nasas de pescado es la suerte que corren las capturas no comercializables devueltas al mar. ¿Qué pasa con ellas? ¿sobreviven? ¿los cambios de presión acaban provocando daños internos fatales? ¿quedan aturdidas y a merced de los depredadores?
Para tener datos de primera mano al respecto, diseñamos el experimento que les detallábamos en el primer artículo.
Hoy queremos compartir algunos resultados parciales que nos han sorprendido a todos, aunque todavía queda mucho experimento por delante.
Hasta el momento se han realizado los experimentos con trece trenes de viveros de supervivencia (compuestos por 6 viveros cada uno), que se han calado en profundidades de entre 20 y 70 metros. Aunque la gran mayoría de las nasas se calan a menos de 80 metros, todavía quedan experiencias por realizar a mayor profundidad.
– En el siguiente vídeo se pueden ver las capturas de uno de los viveros de supervivencia momentos antes de ser soltados (una vez terminado el experimento):
Los resultados obtenidos hasta el momento indican que el 94,3% de los ejemplares analizados sobrevivieron a la captura por la nasa, levado a bordo, toma de medidas y posterior suelta (procesos de descompresión al ser izados a superficie y la posterior inmersión hasta la profundidad de origen). Durante este proceso, el 5,7% de los peces no sobrevivieron al experimento, bien como consecuencia de la pesca y posterior inmersión (55%) o por depredación (45%). Hay que aclarar que esta depredación se produjo dentro de los viveros y, en ocasiones, por pulpos que estaban fuera.
En estas experiencias los índices de supervivencia por especie fueron:
– Sama roquera (Dentex gibbosus): 83,3%
– Chopa (Spondyliosoma cantharus): 85,5%
– Bocinegro (Pagrus spagrus): 97,1%
– Gallito verde (Stephanolepis hispidus): 100% de supervivencia.
Estos son resultados parciales, pero marcan una clara tendencia y, aunque seguimos realizando experiencias, nos va dando ideas para proponer una serie de buenas prácticas ambientales a la hora trabajar con estas artes a diversa profundidad.
– En este otro vídeo podemos ver el momento en el que abrimos el vivero para liberar a las capturas:
Recuerda que, si te interesa el tema en general, la pesca con nasas, la oceanografía, etc. podrás informarte de cómo avanza este y otros proyectos en este mismo blog y a través de nuestras Páginas de Facebook “Proyecto nasa sostenible” o de CIMA. Únete a nuestro Instagram para ver más fotos de nuestros proyectos.