Si sigues nuestro blog, probablemente ya conozcas nuestro Departamento de Cartografía y su trabajo transversal en la empresa, que es esencial para el buen resultado de muchos de nuestros proyectos. Si no, antes de continuar tu lectura, te recomendamos que leas los dos artículos en los que hablamos de este departamento:

– La cartografía en CIMA I.

– La cartografía en CIMA II.

Parte esencial de los trabajos que te comentamos en estos artículos es el estudio batimétrico (batimetría) del lecho marino.

Igual que en tierra firme, cuando vas a estudiar diferentes especies, tanto animales como vegetales, te basas en mapas y planos de la zona a estudiar, hay veces en las que tienes que hacer lo mismo en estudios marinos. La batimetría sería ese “plano” del fondo marino que usaremos en muchos nuestros estudios.

Para ser más exactos, la batimetría o modelo batimétrico, es la fuente esencial de información para el conocimiento del medio marino y, además, es la base principal a tener en cuenta a la hora de iniciar cualquier proyecto que implique cartografía marina.

La batimetría es el equivalente marino a la altimetría, es el estudio de las profundidades marinas, de la tercera dimensión de los fondos lacustres o marinos. Un mapa o carta batimétricos normalmente muestra el relieve del fondo o terreno como isogramas (curvas de nivel), y puede también dar información adicional de navegación en superficie. Su medición implica la obtención de datos con los valores de la profundidad y la posición de cada uno de los puntos muestreados. Estos puntos de posición, al igual que ocurre con la altimetría, están formados por coordenadas de puntos X, Y, Z.

Igual que en un plano terrestre, a partir de los puntos muestreados, se pueden definir líneas con el mismo valor de profundidad (isóbatas). El conjunto de todas estas líneas de una zona determinada da lugar al modelo batimétrico que determina la estructura del fondo marino (o lacustre).

Isóbatas de una batimetría.

Además de estos datos sobre la profundidad de los fondos, la batimetría permite obtener información muy detallada sobre la forma y estructura del lecho marino, sobre cómo es su estructura geológica y geomorfológica.

La batimetría es una pieza clave al iniciar un proyecto de cualquier obra marítima, ya que nos permite obtener una representación detallada del fondo marino, entendiendo la morfología de la zona, base para realizar el diseño de una construcción en el lugar. De igual manera es de suma importancia para la estabilización de playas, que afectan la seguridad de instalaciones, hoteles y clubes de playa que se encuentran cerca del mar. Y, por supuesto, es imprescindible en investigaciones científicas y modelado del relieve marino, así como para la exploración, explotación, conservación y administración de recursos naturales. Ya te hemos hablado, por ejemplo, de los proyectos de cartografía de especies vegetales que realizamos en las islas. Para poder realizarlos con exactitud, antes necesitamos conocer la batimetría de la zona que vamos a estudiar.

¿Cómo se realiza?

El estudio de la batimetría se lleva a cabo mediante diferentes técnicas. El uso de cada una de ellas puede dar diferentes resultados en función de la precisión utilizada. Entre las técnicas más usadas destacan las ecosondas Monohaz y Multihaz. Este sistema permite emitir ondas de sonido que miden la distancia entre la superficie del agua y el fondo marino, así como objetos suspendidos en ésta o que reposan en el fondo. La diferencia entre mono y multihaz es que la sonda monohaz permite obtener la profundidad en un punto, de forma de que al mover la embarcación utilizando la sonda monohaz, se tiene la batimetría de una línea. Mientras que, la sonda multihaz permite obtener la profundidad de una línea, de forma que al mover la embarcación se tiene la batimetría de un área (abanico de información).

Sonda multihaz y sonda monohaz. (Fuente: vistaalmar.es)

En determinados proyectos, después de la realización de la batimetría, se lleva a cabo una campaña con sonar de barrido lateral, con el fin de ir completando una cartografía bionómica detallada del área de estudio. El funcionamiento de este sonar te lo explicábamos con más detalle en este artículo y en este vídeo.

Como no podía ser “tan fácil”, según vamos obteniendo el registro batimétrico, los datos deben ser corregidos regularmente utilizando sensores de temperatura y salinidad.

Los perfiles de temperatura y salinidad frente a la profundidad, permiten calibrar la velocidad del sonido en el agua y, a su vez, corregir el registro batimétrico determinado por la ecosonda. Para terminar de calibrar estos datos es necesario tener en cuenta la situación de la marea en el momento de medición, así como los ángulos de balanceo, cabeceo y guiñada de la embarcación que porta la sonda batimétrica.

Ángulos de balanceo, cabeceo y guiñada de una embarcación.

Por último, la información obtenida es analizada y procesada por un sistema informático específico que nos da como resultado un modelo digital del terreno muy detallado con la estructura del fondo marino.

Como hemos visto, a diferencia de los terrestres, los levantamientos batimétricos son mucho más complejos y requieren embarcaciones y equipos específicos de alto valor, que hacen posible esta medición. Debido a que se trata de un tema muy especializado, es conveniente asesorarse por profesionales en el área y consultoras de calidad en proyectos costeros, que te brinden soluciones integrales.

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