Minimización de los impactos de los vertidos de salmuera sobre la biodiversidad de los fondos marinos, con especial referencia a las praderas de Cymodocea nodosa.
Proyecto financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (Secretaría de Estado del Medio Rural y Agua) ( cod: 0056/SGTB/2007/2.4)
La desalación de agua marina actualmente constituye la principal tecnología empleada para hacer frente a la demanda de agua, extendiéndose su uso por todo el mundo, con especial importancia en los países secos como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Estados Unidos y Europa.
En España, la tecnología de desalación se viene utilizando desde los años 70, primero en Canarias, pasando después a Baleares, la Península, Ceuta y últimamente Melilla, alcanzando en la actualidad una producción aproximada de 1.200.000 m3/día, correspondiendo 700.000 m3/día a la desalación de agua de mar y el resto al agua salobre (agua subterránea).
De entre los procesos que existen en la tecnología de la desalación, la ósmosis inversa es el método más empleado, debido a su mayor eficiencia energética y reducción del coste de producción de agua potable (Morton, Callister & Wade, 1996; Einav et al. 2002; Purnama, Al-Barwani & Al-Lawatia, 2003). Éste proceso se basa en el principio de que toda solución salina presenta una presión osmótica proporcional a la concentración de sales. Si se coloca una membrana semipermeable entre dos soluciones de diferente concentración y presión osmótica, la diferencia de presión produce un flujo del solvente (y una mínima parte de soluto) a través de la membrana, desde la solución de menor concentración hacia la más concentrada. En el caso de la de ósmosis inversa, la dirección del flujo del solvente es al contrario al ejercerse una presión externa mayor a la debida por las diferencias de presiones osmóticas (Einav et al, 2002). Como consecuencia de este proceso, se produce un agua de rechazo hipersalina o salmuera que es vertida al mar.
El objetivo general del proyecto es establecer la capacidad de carga de los fondos blandos submareales afectados por el agua de rechazo de las desalinizadoras, con especial referencia, a la determinación del umbral de resistencia de la fanerógama marina Cymodocea nodosa. Con este objetivo se pretende establecer el volumen máximo de descarga de salmuera tolerable por un ecosistema costero determinado. Conocer el grado de afección de los vertidos sobre el medio marino resulta crucial para determinar la futura implantación de nuevas plantas desalinizadoras en las costas canarias, y amortiguar los efectos de las que se encuentran en funcionamiento en la actualidad. Se pretende así elaborar una metodología para el estudio, conservación y control de los sebadales, ecosistema marino único que sirve como zona de cría y refugio para innumerables especies de interés económico y geológico frente a este tipo de vertidos.