Seguro que si estás vinculado al mundo de la mar o la costa, te sonará que el 30 de noviembre de 2015 el Gobierno aprobó una orden ministerial (Orden AAA/2536/2015) por la que se regulaban las artes y modalidades de pesca marítima y se establecía un plan de gestión para los buques de los censos del Caladero Nacional Canario.
Y, si no estás muy vinculado a la mar, te podrás preguntar si estas artes no tenían regulación anterior y aquí todo el mundo hacía lo que quería. Bueno, ya existía una serie de normativas, pero lo que se quería hacer desde el gobierno con esta orden era unificarlas todas en una. Según esta Orden:
<<…una adecuada gestión de las pesquerías precisa de la adopción de ciertas medidas técnicas. Mediante esta orden se pretende poner fin a la dispersión normativa existente, agrupando las distintas medidas técnicas que afecten a los distintos segmentos de flota que faenan en aguas del caladero nacional canario. Con base en el principio de simplificación administrativa, conviene condensar en una misma norma los preceptos que incluyen las diferentes órdenes hoy en vigor respecto de las pesquerías del caladero nacional de Canarias.
En efecto, las características del citado caladero de Canarias vienen dadas por su escasa plataforma insular (dado su origen volcánico) y por presentar aguas poco productivas (oligotróficas), lo que conlleva una baja productividad pesquera demersal y una alta dependencia de la pesquería de túnidos. La estrategia pesquera para realizar una actividad racional y sostenible es, por tanto, diversificar la actividad lo máximo posible para no producir la sobreexplotación de determinados recursos, en especial de las especies demersales. Por ello, en la gestión del caladero de Canarias se estima oportuno permitir la polivalencia de sistemas de pesca.
Las modalidades de pesca que se practican con artes menores tienen gran importancia económica y social en el litoral de Canarias, afectando a un elevado número de embarcaciones, la mayoría de pequeño porte, con una notable repercusión sobre los recursos pesqueros de dicho caladero. Asimismo la pesca de cerco también tiene una notable importancia económica y social en el archipiélago, con una relevante repercusión sobre los recursos pelágicos de dicho caladero. Las particulares características de la pesca de cerco en las islas Canarias respecto al resto del caladero nacional, así como la necesaria actualización de la citada normativa para estas aguas, hacen aconsejable la adopción de medidas concretas al respecto.>>
La citada Orden define las artes autorizadas, prohíbe expresamente cualquier forma de pesca de arrastre (entre otras), define las especies que está permitido capturar dependiendo del arte y en qué isla (o zona) y regula la utilización de carnada.
El arte que nos ocupa en este estudio, es la nasa de peces. Según esta Orden:
<<Artículo 11. Características técnicas de los artes de trampa.
1. Nasas para peces: Las nasas tendrán como máximo 110 centímetros de altura y 390 centímetros de diámetro. La malla tendrá que ser degradable y la luz de malla mínima de 50,8 mm. No obstante, para nasas pequeñas que no excedan de 100 centímetros de diámetro y 50 de altura se admite una luz de malla mínima de 31,6 milímetros.>>
(La cuestión en este punto, es que este tipo de nasas no se corresponde con las empleadas en la isla, ya que no se utilizan nasas de un metro de diámetro ni menores, no obstante sí que se utiliza malla de 31,6 mm y es este problema real. Se ha legislado un arte de pesca sin haberlo caracterizado debidamente y sin estudio que apoye esta decisión, de forma que todos los naseros estarían incumpliendo esta norma. Para hacer las modificaciones pertinentes y entrar en la norma hay dos problemas: el primero es el coste y el segundo es que habría que modificar la técnica de pesca ancestral.).
<<El número máximo de nasas autorizadas por embarcación será de 30, no obstante y transitoriamente hasta el 1 de enero de 2019 se permitirá una cantidad máxima de 75 nasas en la isla de Gran Canaria y 40 en la isla de Lanzarote.
La profundidad mínima para fondear nasas es de 18 metros. /…/>>
(Aquí nos topamos con otro problema importante: En caso de reducir el número de nasas, los afectados deberían contar con ayudas).
En principio, las medidas que aplica esta Orden están encaminadas a proteger, conservar y recuperar los recursos pesqueros presentes en el caladero de Canarias pero, desde la Federación de Cofradías de Las Palmas, se presentó hace un año un recurso en el que se lamentaba la “«total ausencia de informes técnicos, socioeconómicos, científicos o medioambientales» que avalen las propuestas de la orden, la escasa receptividad a las propuestas hechas por el sector, la existencia de confusiones con artes de pesca similares utilizadas en otras regiones y la poca dedicación a la competencia desleal y la vigilancia de la pesca deportiva que se practica en Canarias, entre otros argumentos.” (Noticia: Las cofradías, en pleitos por las nasas).
Por todo ello, la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria, pretende arrojar algo más de luz a la utilización de las nasas y las repercusiones de su mal uso en el medio.
Con este estudio, entre otras cosas, queremos analizar la supervivencia de los ejemplares que se devuelven al mar (descartes). También se van a evaluar diferentes materiales de construcción de nasas para tratar de reducir la “pesca fantasma” (capturas producidas por aparejos o artes de pesca perdidos), así como la presión real ejercida por este arte de pesca en la isla de Gran Canaria. Además se está realizando un estudio socioeconómico para evaluar la aplicación de la normativa en la economía del sector.
Como se comentaba en artículos anteriores, CIMA tiene una serie de observadores a bordo de las embarcaciones participantes en el estudio, que llevan a cabo la selección, separación y conservación de las capturas efectuadas por las nasas. A lo largo del 2017 se realizarán experiencias para intentar conocer en detalle las capturas que hacen las nasas abandonadas y ver si funcionan o no los nuevos diseños de nasas.
Hasta la fecha se han realizado 21 salidas de campo en las tres Cofradías de estudio, se han recolectado 5.746 peces (descartes y capturas) en 469 nasas analizadas, pertenecientes a 25 especies diferentes. Con estas salidas se quiere evaluar la presión ejercida por estas artes durante todo un año, las especies capturadas y sus tallas, el porcentaje de descartes, etc.
Si te interesa el tema en general, la pesca con nasas, etc. podrás enterarte de cómo avanza el proyecto en este mismo blog y a través de nuestra página de Facebook.