Ayer fue 5 de junio, y celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente 2018. Este año, las Naciones Unidas, que es el organismo que designa este tipo de celebraciones internacionales, eligió el tema “Sin Contaminación Por plástico”, que hace un llamamiento a la población de todo el mundo en favor de un planeta sin este tipo de contaminación y da algunos datos al respecto.
Como el tema de los plásticos nos preocupa mucho, hemos decidido ahondar un poco y escribir un pequeño artículo resumiendo lo que hemos ido leyendo estos días.
El plástico, tal como lo conocemos, existe desde hace solo unos 70-80 años, pero en ese tiempo transformó todo, desde la ropa, la cocina y la restauración hasta el diseño de productos, la ingeniería y el comercio. Desde su invención, la producción de plástico ha crecido casi exponencialmente. Hoy en día, el 4% del petróleo se destina directamente a su producción, mientras que otro 4% se emplea para el suministro de energía necesario para esa fabricación.
Pero el problema quizás no es el plástico en sí, sino la ingente cantidad de elementos plásticos de un solo uso (o de usar y tirar, como prefieras) que se han inventado desde entonces y que han ocupado un importantísimo lugar en nuestras vidas y en nuestros hábitos de consumo.
En España, hace unos 30 años, las botellas de refresco eran de cristal y te daban unas pesetas (sí, pesetas…) al devolverlas en la tienda; la mayoría de la gente compraba con bolsas grandes de tela o plástico y las maquinillas de afeitar eran metálicas y les cambiabas la cuchilla cuando dejaban de cortar. Pero en estas últimas décadas nos hemos acomodado con el uso de una serie de elementos de plástico que ni se devolvían, ni se solían reutilizar; iban directamente a la basura (en el mejor de los casos).
La incómoda realidad para nuestro planeta es que producimos veinte veces más plásticos que en la década de los 60, pasando de 15 millones de toneladas en 1964 a 322 millones de toneladas en 2015, de los cuales la mitad son productos desechables (el 26% son utilizados para envases). De éstos, un 32% se escapan de los sistemas de recolección y reciclaje, generando un impacto negativo en los ecosistemas naturales, entre otros.
Lejos de reducirse, se espera que esta cifra se multiplique por dos en los próximos veinte años, si tenemos en cuenta que se proyecta que haya más de 9.500 millones de personas en 2050, de los cuales 3.000 millones serán clase media, que seguirá consumiendo y generando residuos a una velocidad poco deseada para la sostenibilidad del planeta.
Plásticos en el mar
Nos preocupa especialmente la introducción de plásticos y microplásticos en los ecosistemas marinos porque, lejos de degradarse y desaparecer, se han introducido en la cadena trófica y van pasando de unos animales a otros hasta llegar también a nosotros. Los macroplásticos son confundidos por muchas tortugas y cetáceos que se los comen creyendo que son alimentos. Estos plásticos suelen generar grandes problemas en el aparato digestivo y, muchas veces, provocan la muerte del animal. Otras veces se enredan en ellos, pudiendo morir ahogados, o provocando serias heridas en aletas, cuellos, picos, etc.
El problema de los microplásticos se está estudiando, pero parece que todavía no hay resultados concluyentes. Se teme que puedan afectar negativamente a la vida de los corales, también se están estudiando en peces y en bivalvos como los mejillones o las ostras, para ver si les pueden generar problemas a ellos o a los humanos al ingerirlos. Tampoco se tiene claro si el problema lo podría generar el plástico en sí, sus componentes, el hecho de que se pueden unir a otros contaminantes en el mar, su bioacumulación, o todo junto.
Aunque hay que ser prudentes a la hora de divulgar los problemas que los microplásticos pudiesen causar en los seres vivos, estamos seguros de los que provocan los macroplásticos. En este sentido es urgente la reducción del uso de plásticos de un solo uso porque, aunque el reciclaje es una opción aceptable, no soluciona el problema, lo reintroduce en el mercado y ralentiza su llegada al mar. Además hay que tener en cuenta el todavía bajo porcentaje de reciclaje que tenemos y el hecho de que dichos elementos, en vez de ir a una planta de reciclaje, puedan ir a una central de recuperación energética.
Soluciones
De todas formas, no todo son malas noticias, hoy en día hay mucha gente muy sensibilizada, que lleva tiempo luchando y que ha reducido enormemente el uso de este tipo de plásticos. El problema se ha hecho tan evidente y preocupante (para muchos ya lo era) que las Naciones Unidas han decidido que el Día del Medio Ambiente de este año conciencie sobre este tema, la Unión Europea prohibirá la comercialización de algunos de estos materiales en 2020 y, por otro lado, en enero de este año presentó la Estrategia Europea de plásticos. En esta estrategia se proponen una serie de actuaciones enfocadas a los distintos grupos de interés para conseguir el cambio necesario en la industria del plástico que permita reducir la generación de residuos, aumentar la tasa de reciclaje y su reutilización.
Existen numerosas iniciativas civiles y voluntarias para limpiar playas, fondos marinos, etc. pero, aunque merecen la pena, sobre todo para sensibilizar más, suponen una pequeña limpieza de la punta del iceberg.
Se están investigando en nuevos materiales degradables, pero por el momento muchos necesitan la acción del sol y altas temperaturas para degradarse, lo cual es difícil en los océanos y sus fondos. Seguro que habrás oído hablar de las bacterias que comen plástico. En el laboratorio, encontraron que estas bacterias pueden descomponer el plástico por completo haciéndolo inocuo. Aunque esto pueda sonar como el arma milagrosa contra los residuos plásticos en el mar, no nos podemos hacer ilusiones. La cantidad de plástico presente es muy elevada para que las bacterias puedan eliminarlos del todo (sobre esta bacteria me gustaría escribir un poco más adelante).
Queda mucho trabajo por delante y nuestra labor como ciudadanos es esencial: reduciendo la cantidad de plástico que consumimos, premiando las marcas que hagan lo propio, castigando a las que usen un sobreembalaje no necesario, exigiendo medidas concretas y eficaces a los gobiernos, etc.
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Más información y referencias:
– ONU Día Mundial del Medio Ambiente, 5 de junio.
– 5 gráficos para entender por qué el plástico es una amenaza para nuestro planeta.
– 6 gráficos para entender el problema del plástico.
– Altos niveles de microplásticos en peces del Atlántico Noroeste.
– El mundo compra un millón de botellas de plástico por minuto que acaban en vertederos o en el mar.
– La nueva estrategia europea de plásticos 2018 y las oportunidades para las empresas.
– Los microplásticos, un problema creciente en nuestros mares y playas.
– New study reveals the global impact of debris on marine life.
– Plastic Breaks Down in Ocean, After All — And Fast.